Ravioles de calabacín, sin pasta (receta)

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Sin lugar a dudas los ravioles son una pasta muy versátil y se pueden preparar con una gran variedad de ricos rellenos y salsas. Pero si le preocupa comer ravioles por sus carbohidratos o desea algo más ligero pero con la misma consistencia, aquí le presentamos una opción más saludable.

En esta receta usará tiras de calabacín al horno como base en lugar de las almohadillas de pasta que conforman los ravioles. El calabacín está lleno de fibra y no contiene grasas saturadas o colesterol. Además, es rico en potasio e incluso más que el plátano.

Ravioles de calabacín, sin pasta
Rinde de 4 a 6 porciones

Ingredientes
4 calabacines (zucchini) medianos
1 taza de espinacas picadas
2 tazas de queso ricota
1/2 taza de queso parmesano, finamente rallado
1 huevo grande, ligeramente batido
1/4 taza de albaca, finamente picada
1 diente de ajo, picado
Sal y pimienta, sazone al gusto
1 1/2 tazas de salsa marinara (salsa para pasta)
1/2 taza de queso mozzarella rallado y bajo en grasa
Otras opciones para el relleno: tomates secos, salchicha, calabaza o ralladura de limón

Instrucciones
Precaliente el horno a 370 F. Rocíe con aerosol de cocina un refractario para hornear.

Corte los extremos del calabacín. Use un pelador de papas o de verduras para cortar a lo largo del calabacín tiras delgadas y planas que utilizará en lugar de la pasta.

Prepare el relleno: guise las espinacas a fuego lento o brevemente en el horno de microondas. En una cazuela mediana, mezcle las espinacas, el queso parmesano y ricota, huevo, 2 cucharadas de albaca, ajo, sal y pimienta.

Coloque dos tiras de calabacín a lo largo y empalme ambas para hacer de ellas una tira más ancha. Coloque de igual forma otras dos tiras de calabacín empalmadas sobre las primeras dos tiras para formar una cruz con ellas. Ponga una cucharada del relleno en el centro de la cruz y doble una por una las tiras de calabacín hacia el centro hasta cubrir el relleno. Inicie el doblez de las tiras en la forma en que se mueven las manecillas del reloj. Inicie con la tira superior que es la que marca las 12, luego siga con la tira que marca las 3 y así sucesivamente hasta llegar a la última tira que marca las 9 hasta formar un cuadrado o paquetito relleno y sellado.

Repita el proceso hasta formar el resto de los ravioles. Coloque los ravioles boca abajo en un refractario para horno. Agregue la salsa marinara sobre los ravioles y cubra con el queso.

Hornee los ravioles de calabacín aproximadamente entre 25 a 30 minutos y que estén “al dente,” es decir bien cocidos, pero que estén lo suficientemente firmes como para que sean agradables de comer.

El queso deberá estar derretido y la cubierta empezará a dorar. Una vez fuera del horno, espolvoree sobre los ravioles el resto del queso parmesano y la albaca y sirva.